Para una versión anterior de la novela, que finalmente no prosperó, reuní varios testimonios de personas relatando sus recuerdos imprecisos acerca de la llegada de la Legión, el 23F o la Transición. La idea era hacer una especie de caleidoscopio con las voces. Estas son algunas de ellas, anónimas.
Impre(ci)siones – Cantatas (1)
Yo leí en una serie de artículos en Internet algo sobre la Guerra Civil en Lucientes que me llamó la atención y le escribí un comentario al autor. No estoy segura de cómo se llamaba, ni de cómo llegue hasta esa página.
A mí siempre me han atraído los temas relacionados con la historia de mi pueblo, quizá porque vivo fuera desde hace mucho, y quieras o no, una echa de menos sus raíces, ¿no?
En uno de los artículos de aquella serie había uno relacionado con la represión franquista después de la guerra. Pues en ése, el autor se preguntaba si había habido o no un campo de concentración en la ciudad. Me pareció extraño que algo así no se supiera a ciencia cierta y le pregunté a mi marido, que también es lucientino. Él me confirmó que sí, que había existido uno. Que a su padre y a su tío los detuvo el cabo Emiliano de la Guardia Civil nada más bajarse del tren cuando regresaban desde Valencia. Me dijo, también, que recordaba como su padre contaba que los llevaron al campo de detención que estaba por la Dehesa, y que de allí salieron para ir a pelotones de castigo durante cinco años.
Y pensé que esta información podía interesarle al autor de la página web, así que se lo envié. Se entusiasmó; me dio las gracias y prometió llamarme si averiguaba algo más.
Unas semanas más tarde me envió un enlace al artículo que había publicado en su blog y en el que aparecían citados los nombres de los familiares de mi marido.
Es increíble que algo así se haya ocultado durante tanto tiempo, vamos, creo yo.
A mí siempre me han atraído los temas relacionados con la historia de mi pueblo, quizá porque vivo fuera desde hace mucho, y quieras o no, una echa de menos sus raíces, ¿no?
En uno de los artículos de aquella serie había uno relacionado con la represión franquista después de la guerra. Pues en ése, el autor se preguntaba si había habido o no un campo de concentración en la ciudad. Me pareció extraño que algo así no se supiera a ciencia cierta y le pregunté a mi marido, que también es lucientino. Él me confirmó que sí, que había existido uno. Que a su padre y a su tío los detuvo el cabo Emiliano de la Guardia Civil nada más bajarse del tren cuando regresaban desde Valencia. Me dijo, también, que recordaba como su padre contaba que los llevaron al campo de detención que estaba por la Dehesa, y que de allí salieron para ir a pelotones de castigo durante cinco años.
Y pensé que esta información podía interesarle al autor de la página web, así que se lo envié. Se entusiasmó; me dio las gracias y prometió llamarme si averiguaba algo más.
Unas semanas más tarde me envió un enlace al artículo que había publicado en su blog y en el que aparecían citados los nombres de los familiares de mi marido.
Es increíble que algo así se haya ocultado durante tanto tiempo, vamos, creo yo.
Comentarios
Publicar un comentario
Por favor, sé respetuoso en tus comentarios. El administrador se reserva el derecho a eliminar los comentarios inadecuados o fuera de lugar que estime oportunos. Gracias por tu comprensión.