Plaza de la Oscuriá

Una invitación a la lectura a través de imágenes sugeridas por la novela.

El tiempo lo cambia todo, la Legión de hoy no es la misma a la que llegó hace 40 años a Ronda. Completamente integrada en la ciudad, los ciudadanos la ven como algo propio.

Cada año miles de atletas extremos se dan cita para este acontecimiento deportivo organizado por la Legión de Ronda

Cuando más se cuestionaba la utilidad y continuidad de la Legión se presentó la ocasión para que asumiera un protagonismo especial.

La noticia de la llegada de un nuevo contingente de legionarios desde Fuerteventura causa revuelo en Ronda. Nueva oleada de incidentes.

A finales de los años 80 el gobierno socialista no sabía qué hacer con la Legión. El senador de IU por Málaga, Antonio Romero, argumentaba que si no tenía cabida en la OTAN, lo mejor era disolver el cuerpo. El ministro de Defensa Narcís Serra dijo que se estaba repensando el papel del Cuerpo. Mientras tanto, se anunció el traslado de más legionarios desde Fuerteventura a Ronda, la reacción mayoritaria en Ronda fue de rechazo a esta nueva imposición.

Corría el año 85, la ciudad estaba dividida entre partidarios y detractores de la Legión El alcalde socialista Julián de Zulueta nadaba y guardaba la ropa: admitía la presencia de los legionarios, pero no los quería en el casco urbano. En cambio, el Colectivo por La Paz y el Desarme de Ronda, integrado por partidos de izquierda, asociaciones y particulares, no los quería ni siquiera en la Comarca. Recogieron firmas para celebrar un Pleno y debatir públicamente la presencia del cuerpo militar. A pesar de las maniobras de Zulueta hubo pleno, aunque no exento de polémica.

La llegada de un contingente de legionarios procedentes del Grupo Ligero de Caballería de Fuerteventura estuvo acompañada de varios incidentes graves que causaron gran revuelo entre la población.

La Legión debió afrontar una reestructuración para adaptarse a los nuevos retos de la defensa nacional. Por otra parte, tras las elecciones de mayo de 1983,  las relaciones institucionales entre militares y los nuevos representantes municipales cambiaron el panorama inicial.

El anuncio de la llegada divide a los rondeños. En el ayuntamiento tiene lugar una votación para decidir sobre la permuta de unos terrenos que se convierte en un "No o Sí a la Legión en Ronda".

Finalmente, el Ministerio de Defensa obró de espaldas al Ayuntamiento.